Esta es mi historia.

Mi  nombre es  Antonio Adriá, nací en Valencia, cuna de músicos  y artistas. Comencé mi carrera artística como saxofonista. Tocar  en Sedajazz, en la  banda del  pueblo, xarangas, conciertos, me llevo a amar la música, los escenarios y  la sensación de pisar las tablas. A  mis dieciocho años,  los  caprichos del destino  me  hicieron caer  en  la  escuela  de teatro de Benetússer, donde  tuve la suerte de tener un gran maestro, el cual me  transmitió  su amor y pasión por la interpretación. Desde  entonces, tomé  la  gran decisión de  formarme y  aprender que  era todo aquello de lo que me hablaba.  Hice las pruebas de la ESAD de  Valencia, entré y allí aprendí a valorar  aún  más  esta  profesión y  encontrar herramientas para poder disfrutar más de lo que hago.  Poco   después  me  mudé a   Toledo para trabajar  en  Puy Du Fou España,  lugar que  me permite   encarnar  una   gran  diversidad   de personajes  muy diferentes  y a  su vez,  me ha permitido seguir trabajando en  pequeñas piezas audiovisuales,  y seguir formándome como actor, realizando el Máster de “Interpretación Ante la Cámara” de Central de Cine en Madrid.